La mayoría de lxs que me leáis habréis visto alguna vez en vuestra vida pornografía, y yo me incluyo. Es normal, sobretodo a principios de la adolescencia, porque es cuando más dudas nos surgen sobre todo eso que nuestros padres, maestros/as, familiares (en definitiva, adultos) no nos han querido contar: qué es el sexo.
Desde pequeños y pequeñas se nos oculta la sexualidad como si fuese un delito tener una vida sexual activa y satisfactoria. Nos vienen con cuentos donde somos traídos/as al mundo por una cigüeña que por alguna extraña razón tiene bebés que salen de la nada (esto sí que es perturbador). Ya cuando crecemos nos dejamos de creer que vinimos volando en una cestita por el cielo y empezamos a investigar. Y claro, en esa búsqueda de respuestas aparece el sexo y el único método que teníamos a nuestro alcance para aprender sobre él: la pornografía. Así que con 12/13 años (más o menos) ya estamos tratando de aprender de una manera totalmente errónea, pero claro, eso tú no lo sabes.
Estos vídeos se tratan de una reproducción totalmente irreal de la relaciones sexuales. En primer lugar se nos muestra una mujer totalmente sometida a su pareja sexual, un hombre en la mayoría de las ocasiones. Ella está dispuesta a todo por complacerle, y en estas grabaciones, por lo que se ve, este es el único placer que recibe la mujer, y demasiado se esfuerzan con tratarla como una persona. Esto último también es discutible.
Se nos muestran mujeres con cuerpos delgados, pero sin pasarse, con curvas pero no muchas, depiladas, sin estrías, maquilladas... Básicamente un ser humano disfrazado de muñeca perfecta al servicio de su pareja sexual ¿Que quieren violarla y humillarla? Es algo muy común en esta industria, y la mayoría de las veces se muestra a la victima como una privilegiada porque la han elegido para abusar de ella. Bueno, y que ellas lleguen al orgasmo ya es algo de lo que ni hablaremos. Mientras que llegue el hombre qué más da ella, ¿no?
Por no hablar de la cantidad de denuncias que ha recibido esta industria. Muchas actrices porno han sufrido heridas, desgarraciones y todo tipo de maltratos durante las grabaciones de escenas. La mayoría exponen que han sufrido violaciones reales mientras estaban siendo grabadas y aún así no paraban y que, es más, muchas de estas se encuentran subidas a día de hoy en webs como Pornhub o RedTube.
Dicha industria, a mi parecer, debería ser abolida. Y sí, aquí saldrán muchos defensores de la misma (en su mayoría hombres), justificando que solo hay que cambiarla o regularla. Pero no. La pornografía va a ser siempre una red de prostitución encubierta donde se comercian con cuerpos de mujeres. Realmente la única diferencia que hay entre la prostitución y la pornografía es que una de ellas está grabada. El resto es la misma basura.
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